¿Qué ver y hacer en Whistler?

En la Columbia Británica canadiense existe un pueblo hermoso y sencillo, lleno de personas cálidas y deportes fríos. Whistler es un lugar que destaca por sus imponentes paisajes, sus pistas de esquí sobre nieve, la buena comida, y la espléndida cerveza. Es un lugar pequeño y módico, ideal para llevar una vida junto a la naturaleza. Cada día que pasa estamos más convencidos de que este es uno de los lugares más especiales del mundo para los amantes de las actividades de montaña. Aquí te contaremos porqué Whistler, Canadá, es un lugar sin igual.

Actividades para descubrir la magia de Whistler:

Esquiar en el Whistler Blackcomb Resort

Necesitamos hablarte de este genial resort, ya que ir al pueblo y no esquiar es igual a no haber ido. La montaña del pueblo tiene dos vertiginosos picos de más de 2.000 metros de altura, y los mejores lugares para esquiar de toda Norteamérica. Aquí puedes esquiar durante todo el año (incluso en verano, si vas al glacial Horstman), y recorrer todo el resort, con sus más de 3.000 hectáreas de terreno, con 200 pistas y casi 40 elevadores. Sin duda, un paraje imperdible. Claro, antes de cualquier cosa, te recomendamos que aprendas bien los fundamentos básicos del deporte, de preferencia en la Escuela de Nieve Whistler Blackcomb.

El excitante funicular Peak 2 Peak

Te hablamos de las montañas Blackcomb y lo impresionante de su altitud, pero para acceder a las montañas tienes que subir en teleférico, y resulta que el mero trayecto hasta la montaña es todo un paseo. Cuando mi esposa y yo subimos a pasear, incluso vimos osos bajando las montañas, así que cuando vayas fíjate bien entre los árboles. El recorrido son 45 km que se hacen sin problema en menos de 15 minutos, este es el transporte predilecto para los practicantes de snowboard, esquí y senderismo.

Pasear por Valley Trail

Este precioso paseo de más de 40km fue pavimentado exclusivamente para los transeúntes que acuden aquí para caminar, correr, patinar o andar en bici. Sin duda, es un paisaje esclarecedor que revela otra cara de la conocida autopista Mar al Cielo. En invierno, algunas zonas del paseo se destinan a los deportes de nieve, como el esquí de fondo o incluso el ciclismo sobre nieve.

Parque olímpico de Whistler

Es de esperar que con un paisaje así, Whistler llamara la atención de los juegos olímpicos de invierno, Vancouver 2010. Actualmente las pistas están abiertas al público y todas las rampas e instalaciones siguen en su lugar, así como los emblemáticos aros Olímpicos. Aquí también se encuentra el famoso “Centro de Deslizamiento”, a donde puedes entrar también de forma gratuita y donde se celebraron distintos concursos como el Luge y el Skeleton, donde puedes sentir una verdadera descarga de adrenalina y hacer bombear la sangre para sentirte vivo. ¿Quién dijo que Whistler era un lugar aburrido?

¿Has escuchado hablar de Squamish?

Si viajas 60 km al sur de Whistler llegarás a un pequeño pueblo maderero que es frecuentado por amantes del senderismo, ciclismo de montaña y escalada. Aquí lo que atrae a los deportistas es “El Jefe”, un macizo lleno de empinados senderos que conducen a sus picos desde donde se tienen vistas impresionantes de toda la Costa del Pacífico. Cerca de allí también hay un parque nacional llamado Shannon Falls, donde están unas caídas de agua de 340 metros de alto. Que, por cierto, son las terceras caídas de agua más altas de toda la Costa Británica.

Aprecia las cascadas de Brandywine falls

Aunque en Whistler nos encanta la nieve, cuando llega el verano y hace calorcito, los deportes de invierno dejan paso a otras actividades como la exploración de la naturaleza, senderismo, ciclismo de montaña, paseos con animales de compañía, entre otros. Nosotros llevamos a nuestro perro, Beto, un pastor alemán, y disfrutó el paseo tanto como nosotros, además fue de ayuda durante el recorrido. Las cascadas de Brandwine tienen una altura de 70 metros, y sentir el agua rociando tu cuerpo es algo relajante e increíble. El parque cuenta con una zona gratuita para picnics, y la zona está abierta al público todo el día y hasta las 11 P. M., aunque sólo puedes llegar en auto. (Psst, un consejo que te puede salvar la vida: Lleva suficiente agua de casa, porque aquí no hay.)

Bombea la sangre del cuerpo con los deportes extremos

En verano, los lugareños salen de casa, ponen la bici a punto y van a recorrer las montañas haciendo ciclismo; también son populares el senderismo y el alpinismo. La montaña Whistler se colma de atletas y deportistas aficionados que salen a disfrutar de un poco de ejercicio. Este parque cuenta con más de 80 rutas de ciclismo de montaña, una escuela de ciclismo en senderos verdes, senderos de salto y hasta instalaciones para ciclismo de interiores. Nosotros con las bicicletas ya nos sentimos cómodos, pero si buscas algo más atrevido puedes intentar otros deportes populares como el salto en bungee, tirolesa, rafting e incluso competencias de trineo.

La magia de Lillooet

Ahora deberás hacer un viaje más largo. Pon rumbo al noreste de Whistler y avanza 130 km. Llegarás a las orillas del rio Fraser, y a Lillooet: Un lugar que rebosa de cultura e historia. Según aprendimos cuando visitamos Lillooet, antiguamente era una zona dedicada a la minería, durante la fiebre del oro del siglo XX. Ahora la actividad minera se eliminó y fue sustituida por la agricultura y el turismo.  Sin embargo, la zona se quedó con el descubrimiento de la sierra giratoria con hoja de diamante para cortar rocas más grandes, diseñada por Ron Purvis, un agricultor y artesano de la zona.

Deslúmbrate en el festival de Fuego y Hielo

Cada domingo de invierno, Whistler se viste de llamas para contrastar con el frío de la época. En este curioso festival, los lugareños buscan el calorcito de una manera particular: Organizando juegos y deportes que incluyen fuego. Desde rampas de nieve donde pilotos atraviesan aros de fuego con sus motocicletas, hasta malabares con fuego y los llamados artistas con “Aliento de Dragón”. Esto es algo que vale la pena fotografiar, a una distancia segura. Para completar la noche, hay puestos de comida y cerveza, DJs y un espectáculo de fuegos artificiales.

El Museo de Arte Audain

Es algo que tienes que ver cuando estés en el pueblo. Una de las cosas que embellecen más a un pueblo es el arte, y si de arte en Whistler se trata tenemos que mencionar este museo, que tiene la exposición permanente del filántropo y empresario canadiense Michael Audain, así como algunas exposiciones temporales del resto del mundo. Puedes llegar a pie, desde Whistler, pasando por el puente de Blackcomb o en autobús. Está abierto al público de miércoles a lunes (el martes cieran). Las obras que se exhiben aquí son particulares e interesantes, sin duda, una insignia de Whistler.

De festival en Pemberton

En esta ciudad ubicada a pocos kilómetros de Whistler se celebra un sensacional festival que reúne a los grupos de música más conocidos de toda América del Norte y Canadá. Músicos y bandas como Weekend, Metric, Gordon Lightfoot, Jay-Z, Coldplay y Weezer han tocado aquí. Además de la música, puedes realizar distintas actividades al aire libre, como picnics, golf y hacer viajes en motos de nieve y ciclismo de montaña. El paisaje de Pemberton se caracteriza por un ambiente pueblerino de eterna primavera, según dicen. Nosotros cuando fuimos lo que vimos fueron inmensos sembradíos de papas, hortalizas, arándanos y una infinidad de hermosos tulipanes en flor.

Pesca una trucha

La pesca es una actividad importante en toda Canadá, una tradición. Por el módico precio de 219$ por persona, puedes organizar una excursión con los profesionales de Trout Country que te guiarán en un recorrido para enseñarte las mayores técnicas de pesca, como pescar con mosca, o leer el agua para garantizar varias capturas. En la costa británica necesitas un permiso para pescar, así que debes pasarte antes por una agencia en la villa y sacar el trámite. (Intenta asistir acompañado, para reducir el coste de la excursión)

¡A lanzar Hachas!

Es una actividad inusual, y de locos, a simple vista, pero en realidad es una terapia gratificante y liberadora. Puedes ir a “Forged” (Lago Alfa, 1208), tomarte una cerveza, buscar una diana y lanzar el hacha para dar en el blanco. Es una tarde divertida garantizada. Si mal no recuerdo, cuando fuimos nos cobraron 35 $ por hora, por cada persona. Si vas con niños, que sepas que la edad mínima para que lance su primera hacha son 10 años.

Cena en Basalt Wine & Salumeria

Este restaurant de clase mundial es una parada obligatoria dentro de tu estancia aquí en Whistler, la comida aquí es un verdadero deleite, y se centra en los sabores regionales sin olvidar recetas clásicas del “Viejo Mundo”. Los platillos no son baratos, pero recomendamos que asistas y pruebes el “Basalto Artesanal”: Preparación característica de la zona que incluye hígado de pato, mousse de tocino y pechuga de pato a la naranja. Un verdadero placer a los sentidos. Además, otra cosa interesante que descubrimos del restaurante es que los fines de semana, entre 3 y 5 p. m. ofrece un menú especial dedicado a la “hora feliz”, donde hay platos a precios más económicos y acompañamientos de vinos y cervezas.

La vida nocturna en Whistler

El frío implacable que hace en el pueblo durante el invierno no impide que las noches se calienten. Existe un fantástico evento que se lleva a cabo en la plaza olímpica, donde podrás bailar, beber, comer, reír y disfrutar al máximo con degustaciones de una impresionante variedad de cervezas y cidras. Como consejo personal, ya que estás en las movidas de las fiestas, pregunta por Maxx Fish Club (sus fiestas algo de otro planeta). Oh, e intenta adquirir tus boletos en línea (hay buenos descuentos).

El descanso en Villa Whistler

Esta idílica villa repleta de posadas se encuentra a los pies de la montaña y es lo mejor que existe para pasar una noche cálida luego de un día de emociones. Aquí puedes alquilar una habitación y reposar junto a la chimenea tomando un buen tarro de chocolate caliente. Tiene una importante área comercial que ofrece bares y restaurantes, si lo que deseas es tomarte una copa. En pleno invierno, el patinaje sobre nieve invade incluso la plaza de la villa y durante el verano se organizan conciertos al aire libre. Sin importar la época del año, este lugar no tiene pérdida.

Baila y come en el Rincón Mexicano

Seguro que cuando piensas en Canadá, lo menos que se te ocurre es encontrarte con mariachis mexicanos y tacos. Sin embargo, deberías saber que aquí hay una importante comunidad mexicana (y latina en general). Puedes darte una vuelta por este restaurante, donde tendrás toda la música, tacos y tequila que tu cuerpo pueda desear. Recomendación particular: Pide un cóctel margarita, te aseguramos que no probarás otro igual como el que preparan aquí.

Recorre el parque Rainbox

El parque Rainbox ofrece las vistas más bonitas de las montañas Blackcomb y Whistler. Cuenta con amplias zonas verdes para pasear o hacer un picnic, un muelle hermoso en el que vale la pena tomarse algunas fotos, y una playita de arena blanca donde puedes relajarte y tomar el sol. Cerca, está también Barking Bay, un espacio verde donde tus mascotas pueden correr por el césped sin necesidad de correa. Incluso puedes nadar en el lago Alta, cuando el tiempo lo permite y jugar voleibol desde la mañana hasta el ocaso, ya que el parque está abierto hasta la noche. Estar aquí es un día de verano genial y relajador. En particular, mi esposa y yo veníos una vez por semana, más o menos.

Visita Lost Lake

Dejamos lo mejor para el final: Este parque es de nuestros sitios favoritos de todo el pueblo. Era un paraíso nudista, hasta que los hoteles desarrollaron espacios destinados expresamente a esta práctica, y ahora es un pacífico lago donde puedes asistir durante todo el año y pasar una tarde agradable con amigos, solo o con tu pareja, disfrutar algunas cervezas y hacer rebotar piedras en el lago. Es un sitio de espectacular calma y asombrosa belleza, con 212 hectáreas de terreno, 24 km de senderos que puedes recorrer a pie o en bicicleta y unas vistas que solo se pueden describir como majestuosas. No te vayas sin visitarlo, o te arrepentirás.

Disfruta de una agradable lectura en la Biblioteca Pública de Whistler

En el centro del pueblo, cruzando el Paso de la Aldea, hay una biblioteca con un diseño arquitectónico particular que luce como un refugio de montaña, como si allí vivieran salvajes y neandertales. Esta biblioteca tiene un repertorio de más de 50.000 libros y documentos, como obras de ficción, clásicos, biografías, best sellers y hasta filmes. Un lugar increíble si amas las historias.

Esperamos que ya estés preparando tus maletas y vengas a vivir la experiencia de una estancia aquí, al menos una vez en la vida. Tienes nuestra palabra de que te encantará. Aquí no te faltarán sitios para entretenerte, comida caliente, y alguien amable con quien compartir una copa. ¿Qué esperas?

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