Comida típica de Montreal

Cuando hablamos de Montreal, lo primero que nos viene a la mente son sus increíbles parques urbanos, su vibrante comunidad y, por supuesto, su Festival Internacional de Cine. Montreal es, por así decirlo, una cajita de sorpresas. Pasear por sus calles y avenidas nos permite descubrir no solo la belleza de su arquitectura, sino también su variada y amplia gastronomía. 

La herencia francesa de su cocina y la incorporación de comidas de otras latitudes, convierten a Montreal en el destino ideal para probar numerosos platos y entender por qué es tan delicioso subir de peso aquí. Sí, tal y como lo lees, comer en Montreal es una experiencia casi divina.

No te dejes engañar por la gran cantidad de cafés en Montreal, eso es parte de sus raíces francesas. El Boulevard Saint-Laurent cuenta con una amplia oferta de restaurantes donde el menú es tan variado como extraordinario. La cocina asiática, latinoamericana, portuguesa, rusa, griega y judía acompaña de buena manera a la cocina de Montreal, los ingredientes se mezclan y el resultado es simplemente asombroso. 

1. La Poutine 

Si bien es cierto que este plato se consume en todo Canadá, la preparación de este manjar en Montreal es simplemente alucinante. Muchos  lo consideran la verdadera comida rápida de Montreal. 

La combinación de ingredientes es perfecta: patatas fritas (¿quién no ama las patatas fritas?) sobre las que se colocan trozos de queso (¿puede haber algo más delicioso que esto?) y, finalmente, reciben un cálido baño de salsa de carne. 

Es un plato energético, aporta muchas calorías al cuerpo, pero se siente como un cálido abrazo tan necesario en los días fríos. 

Este plato suele ser  acompañado de otros alimentos, al gusto del consumidor. Unos le añaden trozos de salchicha, de carne de ternera, de carne de res, incluso de otros embutidos. Otros, en busca de la opción más saludable, solo añaden vegetales, como por ejemplo, cebollas, champiñones, chiles, guisantes, o maíz. 

2. Bagels 

Con la llegada de la comunidad judía a Montreal, la incorporación de los Bagels en el menú fue casi inmediata. Los Bagels son roquillas de pan a las que se suele rellenar con otros alimentos, normalmente embutidos, y sobre los que se rocían con salsas de diferentes géneros. 

Los Bagels de Montreal son deliciosos y no tienen nada que envidiar a los horneados en Nueva York. La textura de esta rosquilla es muy suave y esponjosa, esto es gracias al agua utilizada para la masa y a la horneada en leña que le confiere ese toque insuperable. 

Este sándwich puede comerse a cualquier hora del día y con el relleno que más te guste. Un Bagels y un café son una combinación que nunca falla, no hay algo que alegre más el alma por la mañana que disfrutar de este dúo. 

3. Pastrami (smoked meat o viande fumée) 

Este plato resulta ser el aporte más sabroso de la cocina europea que llegó a esta ciudad. 

El pastrami es, en palabras sencillas, carne ahumada. Tal y como decíamos antes, la gastronomía de Montreal es para hacerte feliz, no para hacerte más delgado. 

¿Hay algo más delicioso que un sándwich relleno de carne ahumada? Pues la versión de Montreal es una delicia. Imagina por un momento esto: pan blanco o pan rústico, unas lonjas de carne ahumada súper sazonadas, y un toque de la mejor mostaza. Das el primer mordisco al sándwich y ves como los jugos de la carne y la mostaza se cuelan entre los dedos, ¿delicioso, verdad? 

Por esto y mucho más, el smoked meat de Montreal es muy popular entre todo tipo de comensales, tanto propios como extranjeros. 

4. Tourtiere 

Esta especialidad se sirve normalmente en la temporada navideña, pero en Montreal, y en general en todo Quebec, es posible prepararlo o comprarlo durante todo el año. 

El Tourtiere al estilo Montreal es un pastel de carne de cerdo. Esta exquisitez se asemeja en apariencia a un quiche. Pero en este caso, se prepara con trozos pequeños de carne de cerdo, o molida, los cuales son colocados en una sartén para que se doren. Luego se le añade agua, canela y clavo para darle ese sabor que enamora a cualquier paladar, por muy exigente que sea. 

La versatilidad de este plato es que no siempre la carne de cerdo es la protagonista. Dependiendo de la temporada y la disponibilidad, también se puede preparar con carne de res, pescado, conejo. 

Este plato de Montreal normalmente se acompaña con jarabe de arce, e incluso con miel. La combinación del jarabe de arce y este pastel de carne te vuela los sentidos y, lo mejor de todo, siempre pedirás un poco más. 

5. Sopa de cebolla y col 

No todo en Montreal es comida energética, de alto contenido calórico y de muchas proteínas, también tiene en su menú alternativas saludables y sencillas como la sopa de cebolla y col. 

Es un plato fácil de preparar pero muy bueno, ideal para los días fríos y frescos. En Montreal se suele acompañar esta sopa con mucho queso y pan rústico. 

Sencillamente, delicioso y te hace sentir como en casa. No olvides probar este plato si estás en Montreal. 

6. Sirope de arce 

Si buscamos en Montreal especialidades dulces, la opción más común es el sirope de arce. 

Es el dulce insignia de la nación y en Montreal es posible encontrar sirope de alta calidad. 

La versatilidad del sirope no se reduce a la repostería, también es muy común su uso en la cocina para la preparación de carnes, aves, pollos, entre otros. 

Deleitarse con unas creps bañadas en sirope de arce a primera hora de la mañana es garantía de que tendrás un día espectacular. El sabor del sirope alegra el alma. 

7. Sándwich Boeuf Fumé 

Y para el final, hemos dejado al sándwich Boeuf Fumé. Este sándwich de apariencia sencilla y de ingredientes nada pretenciosos, resulta ser una delicia para cualquier paladar. 

Esta belleza gastronómica reúne al pan negro o pan de centeno, lonjas de ternera ahumada, toque espléndido de mostaza y pepinillos. Si se te hizo la boca agua, entonces sucumbiste al encanto de este plato típico de Montreal. 

Finalmente, comer en Montreal es una súper experiencia gastronómica. La riqueza y variedad de ingredientes así como la intensidad de sus sabores, te dejarán feliz y con ganas de más. Ven a comer a Montreal. 

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