¿Qué ver y hacer en Ottawa?

Ottawa es la capital política de Canadá, y sin embargo ha solido verse empequeñecida muchas veces por otras ciudades más grandes y con mayor turismo como Montreal, Vancouver o Toronto. Sin embargo, es un sitio que rebosa de historia y cultura canadiense. Ottawa es sin duda una ciudad encantadora con un potencial oculto. Aquí, puedes empaparte de conocimiento sobre la historia y política de Canadá. En los últimos años se ha estado impulsando el turismo, creando diversos museos, parques, centros de esparcimiento y recreación y lugares verdaderamente únicos e interesantes, así que la mayoría de los parajes de los que te contaremos son sitios jóvenes, pensados para el entretenimiento y para que te enamores de esta bella ciudad.

Nuestra selección de los 25 lugares que no puedes perderte si viajas a Ottawa:

1. ByWard Market

Esta pintoresca zona de Ottawa, que data de los 1800, es un increíble lugar con un curioso diseño arquitectónico. Aquí hay numerosos bares y restaurantes donde siempre puedes pasar a almorzar o beber algo, y cuando hace buen tiempo incluso se acostumbra comer al aire libre, entre los locales de mercado. Se lleva un estilo de vida calmado y con una vida nocturna sana y gratificante. Está abierto casi todo el año, y los únicos días donde no puedes entrar son, naturalmente, año nuevo y navidad, que son para pasarlo en familia.

2. Canal Rideau

Kinston y Ottawa se conectan a través de un inmenso canal de más de 200 km de largo. Navegarlo es un paseo increíble, donde se aprecia la vibrante fauna de Ottawa, como muchas especies de aves. Se requieren varios días en bote para recorrerlo en su totalidad. Cuando mi esposa y yo conocimos el canal, fuimos en invierno, y navegarlo fue imposible. Lo genial es eso justamente, ya que durante los meses más fríos el canal se convierte en la pista de hielo más grande del mundo, ideal para recorrer la ciudad patinando.

3. Fairmont Chateau Laurier

Este castillo gigantesco parece arrancado directamente de Francia y colocado aquí en Ottawa, pero lo cierto es que su diseño arquitectónico típicamente francés es una mera inspiración. Al ser un lugar de tan alta categoría y gozar de tanto lujo, muchas de las personalidades más resaltantes que han visitado la ciudad se han hospedado tras sus muros. De hecho, aún conservan el escritorio que el físico Albert Einstein usó alguna vez.

4. National War Memorial

Muchas capitales albergan monumentos y honores a batallas pasadas y aquí tenemos esta exhibición, en forma de arco, en honor a la Batalla de la Confederación. Tomate tu tiempo, ve a la plaza y observa el monumento, resulta imposible contemplarlo sin pensar en lo desastroso de la guerra y sus terribles consecuencias. Es un paseo reflexivo, sin duda.

5. Chateau Lafayette, o también conocido como «The Laff»

Si pasas por este lugar, cuando regreses de tu viaje podrás decir que tomaste una cerveza en el bar más antiguo de la ciudad. Aquí, puedes venir a beber y relajarte con tus amigos o pareja y pasar un rato agradable. Este bar está abierto desde 1849 y las personas mayores nos comentaron que no ha disminuido para nada su calidad con los años, quizá desde el día en el que abrió. Si quieres interactuar con personas nuevas, conocer a los lugareños y que te cuenten una anécdota interesante o la historia de alguna calle de la ciudad, aquí es seguro que encontrarás a alguien amable dispuesto a charlar. 

6. Parlamento de Canadá

Esa magistral construcción es la insignia pura de la ciudad, ya que es el símbolo más grande de la democracia en Ottawa. Como puedes ver, la torre principal llama la atención por lo alta que es. La forma de los arcos y las cornisas denotan un diseño neogótico (Bueno, eso nos dijo el guía). Todo el edifico está rodeado por zonas verdes que (y eso es interesante, fíjate bien) están destinadas para que las personas practiquen yoga. Sí, en las inmediaciones del edificio gubernamental. ¿Qué tal?, algo bastante revolucionario, como acostumbran las políticas de Canadá.

7. Peace Tower

A 55 metros en el aire se tiene una excelente vista de la ciudad, en el mirador de la Torre de la Paz. Sin duda, otro de los parajes imprescindibles en Ottawa. Cabe destacar que tiene un inmenso parecido con el Big Ben de Londres, en cuanto a estética, funcionalidad y arquitectura. Se encuentra en el recinto del Parlamento, así que puedes aprovechar la verla cuando visites la zona del Parliament Hill.

8. Las Cortes Supremas de Canadá

Esta es una de las edificaciones más bonitas y más visitadas por los turistas. Está cerca del Parlamento, y llegar desde allí hasta la Corte Suprema es una paseo entretenido y relajante, una suave caminata por el prado. Esta Corte es uno de los entes de justicia más importantes del País, y visitarlo resulta siempre interesante.

9. La residencia del Gobernador, en el Rideau Hall

Este edificio ubicado a las afueras de la ciudad, fue el hogar de un importante aristócrata escocés y ahora es la casa del gobernador de Ottawa. Tiene un diseño interesante y es un lugar importante para la ciudad y Canadá en general. No te vayas sin visitarlo. Además, quién sabe, hasta podrías toparte con el gobernador en su paseo matutino y cuando menos saludarle.

10. BeaverTails (no es un lugar de interés turístico, pero casi…)

Esta es una delicia típica de Ottawa, no te vayas sin al menos comerte un par. Esta es una masa frita (que se asemeja a la cola de los castores, por eso el nombre) ideal para comer con cualquier tipo de ingrediente como acompañante. Ya sea crema de avellanas y banana, sirope de frambuesa y chocolate, azúcar y fresas, o crema de menta, son deliciosas. Lo mejor es que puedes encontrar tu favorita, porque variaciones sobran.

11. Alexandra Brige

Este puente colgante de hierro que atraviesa el río Ottawa cuenta con una parte de madera para los peatones y un carril de asfalto para los automóviles. Es un sitio fascinante, más por lo que representa que por su valor material en sí, ya que al cruzar de un lado a otro (en menos de 20 minutos a pie) cambiamos de ciudad, de provincia e incluso de idioma.  

12. Major’s Hill Park

Este parque es similar al Commissioners Park, al menos en la idea de un parque repleto de flores. Sin embargo, este tiene un recorrido más amplio, y termina en una hermosa plaza. Desde aquí tienes unas vistas incomparables del Parlamento y del Château Laurier. Merece la pena disfrutar de la caminata, y no hay nada mejor que descansar y comer un helado viendo le cielo y las flores. 

13. Canadian Museum of Nature

La otra cara de la moneda de la historia canadiense. Si el museo anterior se centra en las personas que estuvieron antes que nosotros, este se centra en lo que había antes de las personas incluso. Aquí hay exposiciones súper interesantes sobre animales, plantas y hasta fósiles de dinosaurio. Si mal no recuerdo, la entrada nos costó unos 15$ cada uno (adultos), pero puedes hacer un hueco en la agenda para ir un jueves, cuando la entrada es gratis.  

14. Canadian Museum of History (Gatineau)

La diversidad de la población canadiense y la historia cultural que le acompaña está plasmada tras los muros de este impresionante museo local. Aquí puedes aprenderlo todo sobre la historia de Ottawa y Canadá, recorriendo sus pasillos y admirando sus exposiciones, de las cuales las más antiguas datan de hace más de 20.000 años. Sí, leíste bien. 

15. Gatineau Park

“Este impresionante parque envejecido de más de 350 km de envergadura es la perfecta definición de la armonía resultante cuando arquitectura y naturaleza convergen en un mismo eje y viven en paz”, algo así dijo mi esposa cuando visitamos el parque, y la verdad me pareció algo hermoso, y cierto. Este sitio exhibe una tranquilidad impresionante, con sus fríos ríos que recorren los bosques y estructuras en ruinas que se han fundido con la naturaleza. Lejos de ser un desperfecto, esta situación le otorga al parque un alma única. Ideal para pasear y desconectarte del resto del mundo. 

16. National Gallery de Canadá

Como regla general del buen turista, se dice que siempre es interesante visitar al menos un museo de cada ciudad que visites, y Ottawa es la prueba de que esta regla merece la pena. El edificio salta a la vista, y da la impresión de que es algo que no debería estar allí, por su contraste arquitectónico con el resto de la zona. Aquí encontrarás muchas obras interesantes de autores independientes. Para empezar, ¡Por Dios, hay una araña gigante en la entrada! Se llama “Mamá”, no dejes de tomarte una foto con ella. 

17. Commissioners Park

Si viajas en mayo, será la mejor época para apreciar el prado de tulipanes que visten este hermoso parque en un festival lleno de color. Esta tradición fue importada de Holanda, cuando el país acogió a una princesa canadiense durante los años más crudos de la segunda guerra mundial. 

18. Rideau Falls: Las cataratas Niagara de Ottawa

Aunque estas cascadas sean más pequeñas que las famosas cataratas del Niagara, también son indudablemente hermosas. Si estás cerca del Rideau Hall, date una vuelta y acércate a ver estas bellas caídas de agua. Una foto aquí, es casi obligatoria para decir a tus amigos que viajaste a Ottawa. 

19. Parque Jaques Cartier

Aquí se llevó la más grande exhibición de arte botánico del mundo, la “Mosaicanada”, en el año 2017. Gracias éxito obtenido, el festival se repitió en 2018, aunque a partir de ese año comenzaron a cobrar la entrada. Hoy en día el parque está en exhibición permanente, y por el módico precio de 20$ puedes pasar y admirar estas impresionantes esculturas verdes. Este es un espectáculo que no encontrarás en otra parte del mundo. 

20. Selección de estatuas por las calles de Ottawa

Te avisamos de una vez para evitarte el susto: Ottawa está repleta de estatuas tamaño humano. Un reto bastante divertido es el de intentar encontrar todas las estatuas que están esparcidas por la ciudad y sacarte una foto con ellas. Entre las más resaltantes están las de las Senadoras, obra realizada en honor a las primeras mujeres que alzaron la voz y ejercieron sus derechos para votar en el senado, y la de Oscar Peterson: Legendario pianista de Jazz. 

21. Catedral de Notre-Dame

Cuando entres a Ottawa, no podrás ignorar la imponente silueta que se dibuja en el horizonte de la ciudad, y es que este es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Esta es la catedral de Notre-Dame más grande de la capital del país. Tiene una atípica belleza grisácea minimalista, que le deja notar por encima de otras catedrales de Canadá.

22. Le Moulin de Provence

¿Existe acaso mejor manera de comenzar el día que tomando un buen café mañanero? Nosotros coincidimos en que un mañanero es lo mejor para tener energía durante el día, ¿y qué mejor manera de disfrutar un café si no es desde la terraza de una cafetería en Ottawa? Si concuerdas con nosotros, no podemos si no recomendarte la cafetería más famosa de la ciudad: Le Moulin de Provence. Cuando vayas, sabrás qué la hace tan especial. No te arruinaremos la sorpresa, solo basta con decir que allí desayunó alguna vez el mismo Barack Obama.

23. York Street

Es una calle sensacional atestada de restaurantes, bares y tiendas, ideal para perderse entre aromas y sabores exquisitos, dejarse llevar por el instinto y los apetitos. Eso sí, mira bien el precio; esta zona no se caracteriza por tener costos asequibles. 

24. Crucero por el rio

Con un sistema similar al de Vancouver, la idea de usar un crucero como transporte público también está presente en Ottawa, con la diferencia de que aquí el recorrido es más largo, 58 minutos exactos (se dice que son 55 minutos, pero es falso, mi esposa lo cronometró con su reloj. No dejes que te engañen, Ja, ja). Ver el sol fundirse con el agua del rio al atardecer es un paisaje alucinante, sin duda. 

25. La increíble historia de Terry Fox

Frente a la oficina de información de Ottawa yace la estatua en honor a Terry Fox, un muchacho que fue diagnosticado con cáncer en los huesos y que decidió recorrer el país pese a su enfermedad, para una causa que recolectaba dinero en la lucha contra el cáncer. A la edad de 18 años, Terry recorrió la distancia equivalente a una maratón durante 143 días seguidos, y lo hizo usando una sola pierna, sin ayuda de muletas. Terry fue obligado a abandonar la carrera por su deteriorada salud y falleció nueve meses después, aunque la ciudad y su país lo recordarán siempre como un ejemplo de coraje y valentía. Sin lugar a duda, un lugar que tienes que conocer cuando vengas a Ottawa.   

Ottawa es una ciudad relativamente pequeña, discreta, elegante y sincera. Una ciudad tranquila que exhala ese aliento cultural e intelectual acostumbrado en las capitales. Es un lugar donde puedes quedarte a vivir, si lo que buscas es paz. Ottawa se define a la perfección en una sola palabra: Estabilidad. Aquí lo que sobran son personas dedicadas, personas trabajadoras que, como no, disfrutan de una buena cerveza en una cálida tarde de lunes. Aquí, encontrarás tranquilidad y un sitio donde desenvolverte, al lado de personas maravillosas. ¿Necesitas saber algo más? Te esperamos. Ven, y descubre lo demás por tu cuenta. 

 

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